ÉRASE UNA VEZ... UN PROYECTO EDUCATIVO

 En esta entrada he decidido comparar dos proyectos educativos que me parecen interesantes por sus diferencias y a la vez por sus semejanzas:

En primer lugar, he escogido el Proyecto Educativo del colegio La Inmaculada Maristas, en Valladolid. Se trata de un colegio concertado ubicado en el barrio de Huerta del Rey y al que yo acudí desde los 3 años hasta mis 18.

En segundo lugar, el instituto escogido es el Núñez de Arce, también situado en la capital de provincia, pero de carácter público y con muy buenas referencias siempre en sus resultados académicos a nivel internacional.

En primer lugar, he de decir que la elección de estos dos centros no ha sido aleatoria, lo cierto es que yo tuve una educación muy buena en mi colegio que no cambiaría. Viví muy muy buenos años en esas aulas, patios y hasta en los pasillos. Conocí a personas realmente importantes de mi vida y crecí tanto física como personalmente, y considero que esta educación me dio unas bases sobre las que senté mis siguientes años de crecimiento. El ambiente del colegio era muy familiar, dentro de esas verjas todo era más fácil, más blando y acogedor. Quizá por eso cuando con 18 años me presenté con mi mochila delante de la Facultad de Filosofía y Letras y me percaté de que los profesores no tenían ningún interés por saber cómo te llamabas, de dónde venías o qué te pasaba en ese día tan gris; la burbuja rosa y dulce explotó.

A raíz de esto, siempre he tenido en mente qué hubiera ocurrido si en vez de acudir a Maristas hubiera estudiado en otro colegio, de carácter público y sin tanto “mimo” por parte del profesorado. Es por eso por lo que he escogido el Núñez de Arce para hacer una pequeña comparativa sobre los valores que propugnan tanto uno como otro.

El centro público propugna valores como Libertad, Igualdad, Tolerancia, Solidaridad y Respeto. Todos ellos propuestos de igual manera en el Proyecto Marista, ya sea dentro de esos “valores maristas” o como parte del crecimiento personal del alumno que se promueve en este centro concertado. Hasta aquí, hay pocas diferencias entre uno y otro, únicamente el enfoque de ellos. Es decir, partimos de que Maristas es un colegio con base católica que promueve la fe también a través de sus programas y el Núñez no, sin embargo, el fin es el mismo en ambos centros: crear personas buenas, libres, solidarias y tolerantes. Sin embargo, si leemos a fondo todos los valores y objetivos de ambos centros vemos diferencias palpables. La primera de ella es que el colegio marista hace hincapié en la vida interior del individuo, es decir, el crecimiento personal y espiritual de los niños. Por otro lado, el centro público insiste en su afán por formar jóvenes disciplinados, con pensamiento crítico y curiosos por el mundo que los rodea.

Esto, en mi opinión, es la gran diferencia entre un centro y otro, ni mejor ni peor, cada persona tendrá sus preferencias y así escogerá. Sin embargo, antes de elegir, sería bueno que todos nosotros pensáramos qué queremos de nuestros niños y qué buscamos que les enseñen en la escuela.


Sé que esto os puede parecer un poco aburrido, ¿no? Ufff... ¿O sea que ahora tengo que leerme el Proyecto Educativo para elegir a qué colegio llevo a mis niños? ¿No vale con llevarlos a donde me llevaron a mi? Ese sentimiento es el que a mi me produce la siguiente pintura de Hopper.



Habitación en Nueva York de Edward Hopper, 1932

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