TUTOR: PALETA DE ROLES EN EL ARTE DE LA ENSEÑANZA

Cuando pensamos en un tutor, no sólo nos viene a la cabeza alguien que enseña conocimientos académicos a los niños, nos trae a la mente una persona amable, conciliadora, atenta a sus jóvenes, observadora, con mucha paciencia y con un don para hablar con las familias de estos. Qué difícil parece, ¿no?

Pues eso dicen ellos mismos, ser tutor es una tarea muy compleja a la vez que satisfactoria, creas un vínculo muy especial con tus alumnos y te presentas como una figura de referencia para ellos. Pero vamos a ver exactamente qué labores o roles puede ejercer un tutor en función a su “público”:

·      Alumnos:

-     Guía académico: proporciona ayuda para la consecución de sus objetivos y guía a través de las opciones de futuro a sus alumnos.

-       Motivador: inspira y estimula la curiosidad y el interés por aprender.

-       Genera espacios y momentos lúdicos y dinámicos en el aula.

-       Favorece las relaciones sociales entre sus estudiantes.

-       Evaluador: evalúa el progreso de los alumnos y proporciona retroalimentación

 

·      Otros profesores:

-       Colaborador: trabaja en equipo para planificar lecciones y estrategias pedagógicas.

-       Mentor: ofrece orientación y apoyo a compañeros de trabajo menos experimentados

-       Participante en el desarrollo curricular: colabora en la mejora de la enseñanza y los programas.

 

·      Familias:

-       Comunicador: mantiene una comunicación efectiva sobre el progreso de los alumnos

-       Asesor educativo: brinda consejos y recursos a las familias para apoyar el aprendizaje en el hogar

-       Colaborador en reuniones: participa en reuniones para discutir el progreso y necesidades de los alumnos

 

En resumen, los roles de un tutor son multifacéticos y se extienden a través de sus interacciones con alumnos, otros profesores y familias. Su papel es similar al de un artista, creando experiencias educativas que inspiran y encantan, como una obra maestra en un lienzo.

El profeta de Giorgio de Chirico, 1915